I- Te quiero…
Para que tus manos y las mías se confundan por la calle,
para que te vistas con mi piel mientras hago poesía con la tuya; y
para pintarte de sonrisas la ansiedad.
Te quiero…
Para leerte los lunares del cuerpo a punta de besos; y
para que me sigas inspirando a escribirte versos.
Te quiero para contarte mis historias favoritas sin que me prestes atención, y que me cuentes las tuyas mientras pienso las diferentes formas en que podemos usar la boca.
Para que me cantes cuando la tristeza se alimente de mi voz, y para que cada uno haga su vida desde la libertad de pertenecernos al otro.
Para tomarnos el café en la cama y desayunar (nos) en el balcón. Para decirte que estás loco y para que te vuelvas loco por mí.
Te quiero para que tus alas y las mías siempre se encuentren en el mismo aeropuerto, a la misma hora, con el mismo destino y las mismas ganas; y
para conocer lo mejor de la ciudad, en tu cama.
Para que tus pies bailen conmigo en mitad del supermercado; y
para quedarnos en paz mientras nos hacemos aguaceros luego que tus ojos se carguen de estrellas y los míos se vuelvan noche.
Para hacer nada después de hacernos de todo,
para mirarte mientras pasa el tiempo; y para detener el tiempo mientras me miras.
Para un ratito dentro de tu rutina; y para una vida dentro de ti.
Te quiero para todo, y para un poquito más
pero en especial;
te quiero
para que me quieras…
Y termino con los mismos puntos suspensivos que empecé, porque nuestra historia sigue…
Ya nos encontraremos para querernos, mi amor.