El día que decidí exponer lo que el corazón me gritaba, lo hice porque creía que ya no tenía nada más que perder. Un virus se había apoderado de las calles y encerró a familia enteras en casa, incluso a algunas las redujo a unos cuantos; y aunque fui una chica con suerte tuve muchas rupturas y despedidas a nivel personal, emocional y social; (en el post de Rupturas en cuarentena hablé un poco de todo eso) .
El punto es que realmente llegué a pensar que el mundo se estaba acabando; y como la vida tiene sus juegos pesados, resulta que terminé renaciendo de todo eso, porque el miedo se va cuando se va todo lo que te importa. Bien lo dice Vetusta Morla “Tan solo seremos libres cuando no haya más que perder”.
Entonces así sin más, me tomé la libertad de postear en mis redes sociales mis escritos; y de la nada tuve página web, y de la nada publiqué un libro, y de la otra nada una editorial incluyó en un libro de antologías, mi libro; y luego estaba en Wattpad; y creé una historia en Wattpad, y así hasta que un día me di cuenta que estaba volando en un cielo que yo misma había construído; y que es hermoso, y que quiero seguir haciéndolo.
En todo el tiempo que he hecho ese vuelo he conocido personas extraordinarias que no solo me inspiran sino que las siento cerquita mío, acompañándome, soñando conmigo y empujándome para seguir creciendo; pero en especial, ¡Enseñándome!, y si me conoces tan solo un poquito sabrás que soy una fanática de aprender y de transmitir lo que aprendo.
También he leído libros maravillosos, con citas que me dan un golpe en la vida, que me levantan en esos días en los que no me siento tan yo, que son la palabra correcta en el momento correcto, y que gracias a ellos sigo en pie aunque todo lo demás se rompa.
También he viajado y he conocido sitios y almas que en la vida pudiese haber pensado en las que podía llegar; y que me han dado mil vidas más para seguir disfrutando de cada una de ellas; haciendo lo que me gusta, con quien me gusta, dando pasitos pequeños pero firmes para que mi yo interior siga bailando mientras pone su propia música.
Por si fuera poco me uní a un club de lectura, MAM – Mujeres del alma mía, y esto ha sido más delicioso que el primer traguito de una cerveza fría; creo que es ese lugarcito que estaba esperando encontrar, sentirlo mío, sentirme yo; porque está hecho con el calorcito de corazones que brillan y vibran tan fuerte que hacen retumbar al planeta entero.
Pero no se crean, esto no ha sido fácil, ni tan poético, pero un taxista un día me dijo, “Si no adornamos la vida, ¿qué más nos queda?”, y pues sí, allí voy yo poniéndole adorno, maquillaje y resaltando la belleza de cada lágrima, frustración, fracaso e intentos de suicidios del alma mientras me voy llenando de vida con todo lo que llega y voy creando.
Por eso seguiré soñando; porque mi único miedo ahora es volver a tener miedo; volver a “existir sin vivir”; porque me quiero así, siempre libre bajo un cielo que yo misma construya acompañada de quienes disfruten tanto como yo, volar y dejar que el alma brille y vibre con la vida. “Hay muchas cosas que se pueden complicar, pero antes muerto que dejar de soñar”, dice una de las canciones que tanto me gustan.
Por todo lo anterior he decidido que no quiero seguir guardándome para mí todo lo que aprendo, todo lo que voy construyendo y mi cuenta de Instagram ya me aprieta un poco, se queda pequeño; porque las personas, los autores, las citas y la poesía que me ayudan a abrir las alas, se merecen un sitio propio.
Así que aquí estoy, dándole vida a “Volare” , un espacio que lo único que quiere es crear una comunidad de lectores y escritores (ojalá noveles así como yo, que quieran seguir haciendo vibrar corazones); de citas y consejos de amigos; de letras y canciones que nos curan el alma y que quizás puedan llegar a ser para ti “esas palabras correctas en el momento correcto».
Esto no tienen ningún otro sentido que el de hacer un espacio para construir una comunidad para quienes necesiten una dosis de vitamina Amor, para compartir lo que aprendo de mis amigas, lo que aprendo de lo que leo, lo que aprendo del amor, del desamor; y ¿porqué no?, ¡Para que Yaracamii siga volando mientras sigue haciendo rutas en cielos cargados de ilusiones y vientos de libertad.
El enlace de la cuenta lo encuentras al final, y cuando llegues allá encontrarás tres cosas:
1- Que quizás ya sigues la cuenta, pero te doy la oportunidad de que la compartas y en especial decirle a ese escritor novel que conoces que estamos creando esto y que aquí lo esperamos.
2- El enlace de esta encuesta (que quizás ya la llenaste), pero que es la ventanita para que “Volare” crezca y nuestra comunidad tome fuerzas y valor.
3- El enlace de una playlist en Spotify que a mí me ayuda a sentirme mejor y en la que tienes luz verde para enviarme tus canciones recomendadas; ¡HAY DE TODO! Así que no te asustes.
Por último a ti te doy las gracias por leerme, por llegar hasta aquí. Y te doy la bienvenida en este nuevo 2022 compartíendote mis sueños, mis miedos y mis ganas de seguir viviendo en una comunidad que no solo siga inspirándote, que no sólo te de la oportunidad de expresarte cuando no hay palabras suficientes para hacerlo; sino también de empoderarte y de abrirle las alas al alma.
Te veo allá, bienvenidx.